Estos muñecos quedan muy simpáticos y parece que son de piel de verdad. Están hechos con minimedias (de las tobilleras) color carne, rellenas (de fibra, de la que se usa para rellenar cojines). Por arriba se ata con hilo y se recorta el elástico a piquitos aprovechando para hacer el propio flequillo. 
Con hilo transparente se le va dando formas cogiendo el trozo que queremos aprovechar para separar la cabeza del cuerpo, y luego las piernas. Con el hilo se va dando vueltas para que quede bien apretado, asegurando luego con unas puntadas. Los brazos los añadí después, los hice con la parte de la puntera porque había recortado un poco la media para hacerlos más bajitos, pero eso ya va en gustos. Con unas puntadas se marcan también los rasgos de la cara (y se les aplica un poco de colorete), el ombligo y las nalgas con una puntada larga que se tensa (mi hijo les llama "culeñecos", es lo que más gracia hace a la mayoría). Se cosen unos ojos, se bordan pestañas y boca.
El pelo de la niña está hecho con otra media superpuesta y abierta en dos para aprovechas toda la goma como flequillo y el resto haciendo las trenzas.
La ropa del niño la hice con un calcetín de mi hijo reciclado, adornando el gorrito con un pompón.
La niña lleva un vestido de ganchillo a medida, porque es más coqueta (las niñas, ya se sabe...) con un gorrito reciclado de una manga de camiseta y decorado con una flor (kanzashi) a juego con el lazo del vestido (son flores de tela típicas de la ornamentación japonesa, se encuentran muchos tutoriales).
Los pañales recortados de tela de camiseta blanca.
Como los hice antes de comenzar con la aventura del blog no tengo fotos del proceso para poneros, por eso os invito a que veáis algún vídeo como este que encontré en la red. Es muy didáctico, muestra todo el proceso y hace unos bebés preciosos para regalar; os dejo el enlace AQUÍ
En ÉSTE todos los detalles para una carita.
También incluyo estos esquemas de un revista japonesa de la que no tengo datos, los encontré circulando por Pinterest:
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