Como el verano pasado publiqué varias piezas de bisutería diseñadas a partir de conchas de mar; ésta vez les toca el turno a las piedras que también suelo recolectar con mi hijo, conservando después las que me llaman la atención.
Con un poco de habilidad y formas libres de ganchillo, podemos envolverlas y hacer unos bonitos colgantes.
Para esta ocasión y manteniendo un halo de romanticismo, todo en veige.
Está tejido con crochet nº 8 y ganchillo 1,5 mm.
Aunque siempre os pongo los pasos, esta vez prescindo de esa parte porque, como comprenderéis, cada forma ha de ir amoldada a la de la piedra en cuestión y os serviría de poco.
Partiendo de un anillo mágico y empleando puntos básicos calados fui haciendo un dibujo diferente en cada piedra, muy básicos, los que veía que se podían adaptar mejor a la forma de las mismas. Primero aumentando para abrazar la piedra y después disminuyendo progresivamente ya con ella dentro como cuando os explicaba cómo cubrir abalorios pero aquí más rápido y sencillo porque haciendo puntos calados se avanza mucho más y también facilita la labor de adaptar el tejido a la forma irregular.
Los colgantes se prolongan con unas cadenetas de 3 tamaños diferentes para que no se superpongan exactamente y queden bien visibles.
Al final y como cierre, una simple arandela recubierta que también os explicaba cómo hacer en la misma entrada que los abalorios. Los podemos dejas caer por dentro tal cual o darles una vuelta alrededor formando un nudo simple con uno o varios de los cordones para fijar la longitud y con ello es suficiente.
Si os ha gustado y queréis ver otro diseño en piedras y crochet, pero con el paso a paso detallado, no os podéis perder la segunda parte que saldrá en un par de días.
No hay comentarios:
Publicar un comentario