En esta época del año, cualquier momento es bueno para disfrutar un rico helado. Y para seguir fomentando mi vertiente recicladora, los palitos en mi casa también se lavan y se guardan para futuros usos. ¿Cómo no?
Pues con un palito de los que tienen forma contorneada pensé que podría ser una buena base para hacer una muñeca, bien ataviada para ir de fiesta o adaptando su indumentaria a la destinataria o a la ocasión, que es lo bueno de estos detalles.
Aquí tenéis el resultado del primer modelo. ¿A ver qué os parece?
Necesitamos:
- un palito contorneado,
- pinturas acrílicas y rotuladores permanentes dando una capa en color piel a todo el palito y después perfilando los detalles,
- un trozo de cola de ratón veige (u otro cordón) con un nudo en cada extremo para los brazos,
- restos de tela, hilo y puntillas para el vestido que basta con fruncir por arriba, hacer unos huecos para los brazos y poco más,
- algunos adornos para el vestido; en mi caso una rosa y un lazo con cinta de raso y un bolsito metálico que van cosidos,
- y lana para el pelo. Inicialmente el pelo lo había pintado y le iba a poner un casquete de fieltro pero al final cambié de idea y le hice una supermelena de lana que lucía más y una pequeña diadema.
El pelo, el vestido y los brazos van fijados al cuerpo por dentro con unas gotas de pegamento, igual que el imperdible especial para broches que lleva detrás y que también se puede coser.
Aquí podéis ver un poco mejor todos los detalles:
A que ahora seguro que miráis los palitos con otros ojos!?
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