Es la tercera vez que empelo fondos de lata de refresco para hacer colgantes, cada uno con técnicas y estilos bien diferentes, y os diré que me encantan y se me van ocurriendo más formas para decorarlos. Podéis ver los dos anteriores pinchando AQUÍ y AQUÍ.
Tomamos dos fondos de lata, bien recortados con unas tijeras fuertes de manualidades y los pegamos entre sí por el borde con unos puntos de pegamento fuerte (esta unión no importa demasiado porque después quedarán bien fijados con el trenzado de hilos que vamos a hacer).
Elegimos un hilo, lana o cuerda (yo empleé crochet del que uso en los trabajos de ganchillo) y lo vamos ovillando alrededor, como veis en las fotos, pasamos la hebra por delante y por detrás, cruzándola siempre en el medio y haciendo que cada vuelta quede un poco desplazada (más o menos equidistantes). Con este paso queremos formar un pequeño telar sobre la lata que la dejará transparentar en parte. Al acabar hacemos un nudo y dejamos una hebra larga para el remate del final.
Después procedemos a hacer el tejido como si de un minitelar de bordado se tratase. Con ayuda de una aguja, pasándola por encima de un hilo y por debajo del siguiente hasta finalizar la vuelta. Y en la siguiente justo al contrario para conseguir como un trenzado en cesta.
Podemos aprovechar restos de hilos, lanas, cintas, todo lo que senos ocurra. También incorporar abalorios. En la variedad vendrá la originalidad del acabado.
Yo empleé primero hilos de crochet simple y después doble, cambiando y combinando los colores y escondiendo los nudos bajo el tejido.
Y en la última vuelta un trozo de cola de ratón multicolor que combinaba con la serie que había empleado.
Si os fijáis, usé colores diferentes en una y otra cara del colgante.
La forma que va adoptando va a depender un poco de cómo apretemos las primeras pasadas ya que en el centro queda como una montaña de vueltas de hilos sobre las que no bordamos y que tienden a dar una forma triangular al tejido. Si fuese mayor se iría redondeando a medida que crece.
Para rematar el borde podemos colocar una cinta bonita, un remate con abalorios o un simple costura con el mismo hilo que dejamos al rematar, como veis. La que os muestro es una cadeneta, cosida tomando cada puntada sobre uno de los hilos que cruzamos (como si de la tela se tratase) y cubriendo toda la unión de las dos latas. Cuesta un poco porque los hilos ya están muy tensos, pero se puede.
Después le coloqué una arandela y un colgador plateados y como cadena un trozo de cola de ratón con dos nudos corredizos para poder ajustar la medida.
Espero que os haya gustado y os animéis conmigo a reciclar.
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